¿El tío Sam vuelve a la lucha climática?

Por Carolina Lourdes Peralta Jiménez

El gobierno norteamericano de Donald Trump anunció su salida del Acuerdo de París en 2017, provocando una gran desilusión en la juventud, movimientos ambientalistas y repudio internacional. Con el reciente triunfo del electo presidente Joe Biden se propone volver a ingresar y aunar esfuerzos contra el cambio climático, pero ¿realmente esto será así?

El Acuerdo de París, derivado de la COP21 en París realizada en 2015, se posicionó como un acuerdo histórico para combatir el cambio climático, acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono. Busca, además, detener el aumento de temperatura a nivel mundial y mantenerlo por lo menos en 1,5° (pronostico mas esperanzador) y por debajo de los 2°. Este acuerdo comprometió a los 195 países firmantes a maximizar sus esfuerzos para una lucha común.  Dos años más tarde, Donald Trump anunciaba que: «Para cumplir mi solemne deber de proteger a los Estados Unidos y sus ciudadanos, Estados Unidos se retirará del acuerdo climático de París».

 

El día 4 de noviembre de este año, Estados Unidos se retiró, convirtiéndose en el primer país en retirarse formalmente de mencionado acuerdo. «Salirse formalmente obviamente daña la reputación de EE.UU.», dice Andrew Light, ex-funcionario encargado de cuestiones climáticas en el gobierno de Obama.

Estados Unidos en la actualidad, se posiciona como el segundo país con mayor emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), su salida entonces, simboliza una falta gobernabilidad y conciencia en materia ambiental, e incluso algunos autores llegaron a definirlo como ecocidio. “Make America Great Again, no alcanzó”

Las recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos, posicionaron al demócrata Joe Biden como el nuevo mandatario. Sorprendentemente, un elemento que lo llevó al triunfo fue la promesa de lucha contra el cambio climático, teniendo gran apoyo de los jóvenes que forman parte de movimientos ambientalistas o simpatizantes de la causa. 

Joe Biden fue reelegido seis veces al Senado de los Estados Unidos y luego se convirtió en vicepresidente de Barack Obama en 2008. Durante su administración, Obama fue un gran promotor de la lucha ambiental, entre diversas medidas adopto la “Directiva 2013” que buscaba la reducción de las emisiones de carbono en Estados Unidos, a través de la implementación de energías limpias. Por otro lado, se ideó un Plan de Energía Limpia en 2015, un ambicioso, presentado por la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA), que tenía como objetivo, reducir en un 32% las emisiones de GEI para 2030. 

«Hoy, la Administración Trump abandonó oficialmente el Acuerdo del Clima de París. Y en exactamente 77 días, una Administración Biden se volverá a incorporar a él», tuiteó Biden

Biden declaró en mas de una oportunidad durante su campaña que el cambio climático es el «problema número uno que enfrenta la humanidad». Así mismo, ha prometido un plan de US$2.000 millones que invertirá en energía limpia en transporte, electricidad, y la industria de la construcción que reduzca las emisiones y mejore la infraestructura. Finalmente, una vez más para marcar diferencia, Biden prometió volver a unirse al Acuerdo de París en campaña y lo ratifico una vez electo, generando sin dudas, nuevas predicciones en torno al rumbo estadounidense en la lucha mundial contra el cambio climático. 

Sin embargo, el presidente electo también generó controversias al declarar que buscará la prohibición del fracking en todo Estados Unidos, lo que puede jugarle en contra, ya que la mayoría de los yacimientos en donde se realiza esta explotación no convencional se encuentran ubicadas en campos privados, donde el Gobierno no cuenta con injerencia.

«Es destacable que una potencia mundial como lo es Estados Unidos, incluya nuevamente en su agenda política el tópico medio ambiental y cambio climático y que así mismo el resto de los países del Sistema Internacional generen la suficiente presión para que los acuerdos y compromisos firmados sean cumplidos»

Resulta importante entonces, destacar cómo en torno al cambio climático los distintos presidentes (uno de mandato cumplido y otro electo, por comenzar) han demostrado posturas radicalmente opuestas. Entendiendo que Estados Unidos junto con China son responsables del 40% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo, Trump decidió abandonar el Acuerdo de París y con ello todas las iniciativas que se habían iniciado durante la presidencia de Obama, 

Trump optó por una postura de descreimiento frente al cambio climático y una guerra comercial con el primer emisor de GEI del mundo; mientras que Biden optó por volver, de alguna manera, a un discurso de consenso y soluciones verdes ante tal problema, destacándolo como prioridad en su agenda de gobierno, junto con el coronavirus, la economía y la desigualdad racial. 

El cambio climático es responsabilidad de todos los gobiernos por igual y requiere de un accionar rápido, sostenido y responsable en el tiempo. Este fenómeno afecta a todos por igual, sin importar, religión, partido político ni fronteras. El acuerdo de París, justamente, busca que tanto países desarrollados como en vías de desarrollo puedan realizar un accionar conjunto y concreto en torno a la reducción de GEI y el mantenimiento de la temperatura media global. Aunque, es necesario mencionar que este acuerdo queda completamente subordinado a las decisiones de cada gobierno, es por ello que, no existiendo voluntad y consenso político a nivel mundial, sin lugar a dudas, fracasaremos. 

El cambio climático afecta a todos / REUTERS

Es destacable que una potencia mundial como lo es Estados Unidos, incluya nuevamente en su agenda política el tópico medio ambiental y cambio climático y que así mismo el resto de los países del Sistema Internacional generen la suficiente presión para que los acuerdos y compromisos firmados sean cumplidos. La sociedad internacional, jóvenes y defensores del medio ambiente, están formando una “nueva racionalidad ambiental” por medio de demandas de políticas “verdes” y eligiendo a sus gobernantes en base a que sus propuestas las contengan, elemento que ayudó al triunfo de Joe Biden. Será entonces, el electo presidente, la dinámica de sus lobbies, los crecientes grupos ambientales y la presión internacional, quienes decidan el futuro de la política ambiental y cambio climático estadounidense y con ella, la del mundo. 


Carolina Lourdes Peralta Jiménez es Internacionalista, Universidad de Congreso. Lourdesperaltae98@gmail.com

Ilustración: SARAH GRILLO /AXIOS


Las opiniones expresadas en esta publicación son responsabilidad exclusiva de los autores y no reflejan necesariamente las de Síntesis Mundial.


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